En el artículo anterior sobre cubiertas vegetales ecológicas hicimos un recorrido a lo largo de la historia para ver los referentes con lo que contamos hoy en día a la hora de diseñar y mejorar las cubiertas vegetales. A pesar de que cuentan con un largo desarrollo, nunca hasta hoy había sido tan necesaria la promoción de los llamados techos verdes o Green roofs.
Con los procesos de industrialización y el aumento exponencial de la población a lo largo del último siglo, cada vez son mayores y más perjudiciales los efectos de este desarrollo sin control sobre el medio ambiente. La urbanización de grandes extensiones (con la correspondiente pérdida de suelo natural) y el uso masivo de los coches como el medio de transporte más promocionado y extendido han sido las causas entre otras de uno de los fenómenos más perjudiciales en la actualidad: el efecto isla de calor. Este fenómeno consiste en la acumulación y concentración del calor en las ciudades debido a la construcción con materiales absorbentes que impiden que se disipe. Estos materiales acumulan el calor a lo largo de las horas de insolación y lo liberan durante la noche impidiendo que bajen las temperaturas. De día vuelve a acumularse el calor y así cíclicamente, lo que provoca que la temperatura sea progresivamente más alta. La urbanización, la falta de zonas verdes, la construcción del pavimento con materiales impermeables y el uso indiscriminado de los coches incrementan la magnitud de este fenómeno.

Un fenómeno paralelo al efecto isla calor es el denominado efecto cañón. La incidencia de los rayos solares sobre la superficie horizontal de los edificios tan cercanos unos de otros hace que se acumule energía que nuevamente será disipada durante la noche y retenida entre las construcciones. Asimismo el aumento de la temperatura en las ciudades hace que los sistemas de refrigeración necesiten más energía para enfriar los edificios expulsando calor hacia fuera colaborando con el incremento de temperatura formando parte de este círculo vicioso. El calor disipado por los materiales que conforman los edificios es absorbido y retenido por las partículas en suspensión y los gases contaminantes.
Las cubiertas verdes como solución al efecto isla de calor
Las cubiertas vegetales ecológicas proporcionan numerosos servicios ecosistémicos, entre ellos la amortiguación del efecto isla de calor. La vegetación de las cubiertas retienen las partículas de polvo en suspensión. Además absorbe el dióxido de carbono generando a cambio oxígeno, mejorando en consecuencia la calidad del aire, limpiándolo. Por otra parte la incidencia de los rayos solares sobre las cubiertas vegetales evita que éstos sean reflejados y absorbidos por el hormigón, acumulan esa energía recibida invirtiéndola en procesos como la fotosíntesis y la transpiración.
Otro de los problemas generados por el efecto isla de calor es, como ya hemos comentado, que se hace necesaria una mayor y más costosa refrigeración de los edificios. Pues bien, las cubiertas vegetales funcionan además como amortiguadores de la temperatura con respecto a los edificios donde están instaladas. Actúan como aislantes térmicos tanto en verano, evitando la insolación directa en el tejado, como en invierno.
Además de los múltiples servicios que proporciona como hemos podido ver la instalación de estas cubiertas, creemos que es imprescindible replantearse el modelo de urbanización. Si efectivamente queremos vivir en ciudades, tenemos el deber de garantizar a las generaciones futuras un ecosistema digno y habitable, donde se pueda seguir respirando. Asimismo tomar conciencia y tener presente el devolver de alguna manera a la tierra el suelo “robado” producto de la urbanización.
Éste es precisamente el objetivo que perseguimos desde el proyecto de cubiertas ecológicas Greening Roofs. Actualmente estamos en pleno proceso de instalación de una cubierta vegetal ecológica en Ésta Es Una Plaza (C/ Doctor Fourquet, 24) donde pronto comenzaremos el estudio sobre ciertas especies vegetales. El objetivo del experimento es saber qué especies autóctonas son las más autosuficientes en las hostiles condiciones que presentan los tejados de la ciudad de Madrid. Queremos diseñar e instalar el modelo de cubierta ecológica más autosuficiente posible que permita proporcionar esos servicios ecosistémicos que paliarían el efecto isla de calor.
En próximos artículos detallaremos los pasos del proceso de instalación de la cubierta en la que estamos trabajando y los resultados que vayamos obteniendo.
El post de hoy corre a cargo de Laura, María, Javier, Julia (de izquierda a derecha en la foto) y Belén (que no aparece en la foto pero es la arquitecta que se ha incorporado recientemente al proyecto). Los cinco están actualmente en pleno desarrollo de su idea: Cubiertas Ecológicas Madrid. En esta serie de colaboraciones van a compartir con todos nosotros contenidos teóricos y prácticos acerca de las cubiertas verdes y seremos testigos del proceso de montaje de su primera cubierta.
Respecto a Ésta Es Una Plaza, comentaros que el día 19 de abril, se celebrará una paellada para financiar todos los proyectos que se están llevando a cabo en este espacio y, entre ellos, el de la cubierta vegetal que está montando Laura, María, Javier, Julia y Belén, así que ¡os animo a pasaros por la calle Doctor Fourquet nº 24 a colaborar con esta gran iniciativa!
Fuente de la imagen destacada: http://bituver.it/
Un comentario sobre “La isla de calor (2ª parte de la serie “Cubiertas vegetales”)”