Una pregunta recurrente que se hacen/nos hacemos los planificadores es si la bici, con sus características tan especiales, debe compartir espacio con el resto de usos o si necesitan infraestructura específica.
Como es un debate tremendamente complejo, prefiero no entrar en él de momento, pero sí quiero presentar algunas grandes infraestructuras pensadas para este tipo de movilidad.
La primera es el Hovenring, la primera pasarela flotante ciclista del mundo. Fue concebida en 2008, cuando el aumento del tráfico entre Eindhoven y Veldhoven empezaba a desbordar la capacidad de la rotonda en el cruce de la Heerbaan en Veldhoven y Meerenakkerweg / Heistraat.
Con el fin de mejorar el flujo de tráfico y mejorar la seguridad, se decidió separar completamente los tráficos motorizado y de bicicletas. La solución adoptada, desde luego, es impecable tanto desde el punto de vista de la funcionalidad, como estéticamente.
[leer el post en ecomovilidad.net]
La segunda es la SkyCycle Network, una red de 221 kilómetros de carriles bici construidos encima de las líneas ferroviarias suburbanas para crear nuevas rutas para bicicletas en toda la capital. Esta red ha sido desarrollado por Sir Norman Foster.
Esta infraestructura estará dotada de 209 puntos de acceso, y se calcula que en el SkyCycle, un ciclista podrá elevar su velocidad promedio a 24 kilómetros por hora, un aumento importante frente a los 16 kilómetros por hora que logra hoy en las calles londinenses. Por ello, se estima que, en los trayectos más habituales, se reducirá el tiempo de viaje de los ciclistas en unos 29 minutos.

¿Y qué costará? La primera fase es un tramo de unos 6,5 Kms y costaría alrededor de £220.000.000. Podéis imaginar que la red completa no será nada barata. Por ello, los plazos que se manejan hablan de que esté completamente construida en un periodo de unos 20 años.
En mi opinión, el uso del espacio sobre las vías puede parecer lógico, ya que Londres es una ciudad congestionada, y segregar las calles no sería una opción viable, pero tengo serias dudas: la primera es que no se pueda usar la movilidad ciclista precisamente para reducir el uso del coche; la segunda acerca de la infraestructura, su impacto en la ciudad y su coste.
Podéis leer el debate que tuvimos los miembros de ecomovilidad. net en el siguiente [enlace].
Por último, Alemania se plantea tener la primera autovía para bicis: la Radler B-1, la cual se construirá paralela a la autopista que conecta Dortmund con Duisburgo,la A-40, rebautizada «la Autobahn de los caracoles» debido a las grandes retenciones que suelen producirse. Y es que, éste es uno de los tramos de carretera con mayor IMD (Intensidad Media Diaria) del país.
En el siguiente [enlace] podéis conocer algo más del proyecto, aunque aún no hay demasiada información.