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Fin de semana en Lisboa: reflexiones sobre su urbanismo y transporte

Hace unos días tuve la suerte de volver a Lisboa. Esta vez hice menos “turisteo” y viví más la vida lisboeta, recorriendo barrios que no son los típicos que recorres en tu primera visita. Por eso, además de repasar los medios de transporte con los que cuenta la capital portuguesa, he reunido una serie de aspectos que me llaman la atención desde las perspectivas del urbanismo y la movilidad.

La red de transporte público de Lisboa

La ciudad dispone de una red ferroviaria con 8 líneas de las cuales 4 son de metro y las 4 de tren suburbano.

(Haz clic en el plano para consultar la web de Metro Lisboa)
(Haz clic en el plano para consultar la web de Metro Lisboa)

El metro está abierto de 6:30am a 1:00am y llama la atención que es bastante moderno y, es que, aunque la primera línea se inauguró en 1959, la mayoría de la red está construida en los años 80 y 90. Salvo para ir a Alfama, Alcántara, Graça, Campo de Ourique, Belém o Amoreiras (por donde no pasa el metro), este medio de transporte es la mejor opción porque el tráfico es un poco caótico y yendo en subterráneo lo evitas. Como consejo, el billete del Aerobús no merece la pena salvo que vayas a hacer más de un viaje al aeropuerto en el mismo día, así que mejor ir en metro.

Para moverse por la región, la mejor manera es usar los trenes de “cercanías” que conectan con Sintra, Cascais, Estoril, Carcavelos,… La estación mejor conectada tanto con estas líneas como con los trenes de largo recorrido es Oriente (para mi gusto, fea con ganas, como no puede ser de otra manera siendo obra de Calatrava).

Entre buses urbanos e interurbanos, Lisboa cuenta con 151 líneas, que podéis consultar aquí y que para mí son completos desconocidos, así que no opino de ellos (aunque la gente de allí no habla muy bien del servicio, sin probarlo, no me atrevo a decir nada ni bueno ni malo). Pero lo que sí está claro es que son la mejor alternativa de transporte público allí donde no llega el metro. La explotación de los autobuses está a cargo de la empresa Carris, empresa que además se encarga de las pocas líneas de tranvía que quedan.

Lisboa mantiene 5 líneas de tranvía, que ahora mismo quedan como testimonio de una red que fue mucho más amplia y como atractivo turístico porque algunas de las líneas se operan con vehículos anteriores incluso a la II Guerra Mundial de un color amarillo perfectamente reconocible. De hecho, el declive de este medio de transporte lo ha reducido prácticamente a la zona más turística, siendo las líneas más llamativas la 15 (que une La Plaza de Figueira con Algés pasando por Belém) y la 28. Esta última línea recorre las principales zonas turísticas de la Baixa, Alfama y el Chiado, pasando por delante de muchos de los puntos de mayor interés turístico de la ciudad. Eso sí, la cabecera está en uno de los puntos con peor reputación de Lisboa: la plaza de Martim Moniz. Pero vamos, ríete tú del chunguismo de esa plaza incluso de noche si lo comparas con los alrededores de la hauptbahnhof de Frankfurt (hasta ahora, de los lugares más sórdidos que he pisado en Europa). Pero bueno, tanto ahí como en el interior de los tranvías te recomiendan estar pendiente de la cartera y por algo será…

Además están el 12, que hace un pequeño recorrido por Alfama y la Baixa, el 18, entre Cais do Sodré y el Cementerio de Ajuda y el 25, que va de Campo de Ourique a la Rua da Alfándega, atravesando los barrios de Lapa y Estrela.

Lisboa

Dentro de la red de Carris hay también tres elevadores en diagonal muy similares a los vehículos de tranvía (en portugués los llaman ascensores. Son el de Lavra, el de la Glória y el de la Bica) y también el Elevador de Santa Justa (que en realidad es un ascensor, pero en portugués le llaman elevador). En éste último no merece la pena pagar porque lo bonito que tiene son las vistas y se puede acceder gratis por la trasera del Convento do Carmo. Si has sacado la tarjeta 7 Colinas/Viva Viagem y no te importa esperar la cola (que no suele ser poca), sube… pero, si no es el caso, yo emplearía los 5€ que te ahorras por persona en repostería, que los portugueses de eso tienen la posibilidad de presumir: pastéis de Belém, bolinhas, salame de chocolate,… Si no sois de dulce, también os lo podéis gastar en bacalhau à brás. Este consejo os lo cedo gratis.

Además, hay varios ascensores repartidos por la ciudad para llegar al Castelo de São Jorge y de la Baixa al Chiado (por dentro del centro comercial o por la estación de metro de Baixa-Chiado. Este consejo también es gratis).

Lisboa

Si queréis saber cómo ir en transporte público a los principales lugares turísticos, os dejo este enlace. Y las tarifas las tenéis en la web de Carris (mejor poner el enlace que poner unas tarifas que queden desactualizadas con el tiempo). Y, por favor, no os coléis en los medios de transporte de Carris porque tienen unas pérdidas mensuales estimadas en 400.000€ que están desestabilizando la viabilidad económica del sistema de transportes de la ciudad.

Aunque lo parezca, Lisboa no tiene mar sino un río, el Tajo, cuya anchura explica que al Manzanares se le haya llamado “aprendiz de río”. Eso es un río y lo demás son tonterías. Así pues, para comunicar las dos orillas, la ciudad cuenta con un sistema fluvial de ferries, aunque es un servicio en franco retrocedo tras la inauguración del puente 25 de Abril. Fluvial también y mucho más peculiar es el autobús anfibio del que ya hemos hablado en el blog:

Por último, hablar de los taxis: son bastante baratos pero te tienen que gustar las emociones fuertes porque los taxistas lisboetas son famosos por su conducción: muy rápida, saltándose semáforos y con giros bruscos.

Llegados a este punto diréis: ¿no va a hablar Samir de los modos blandos? Sí, sí que lo voy a hacer, pero una vez llegados a las curiosidades:

Lisboa es una cuesta

Si hay ascensores en Lisboa no es casual: es la única forma de hacer mínimamente amable al peatón una ciudad en la que las subidas cansan y en las bajadas te puedes dejar los dientes en el suelo porque los adoquines de las aceras resbalan bastante. Y, por supuesto, tampoco es muy recomendable llevar por ellos tacones finos.

Eso sí, las distancias para jóvenes lozanos son fácilmente salvables para recorrerse prácticamente todo el centro de la ciudad.

Por su parte, el uso de la bici es escaso. No hay un sistema de préstamo como tal, aunque sí que hay un curioso “park&bike” para conductores que aparquen su coche en los parkings de Emel. El motivo de este poco uso es que, aunque es un medio de transporte que podría usarse con facilidad en la parte moderna de Lisboa, gran parte de la vida transcurre en el centro histórico y ahí las cuestas y al adoquinado de muchas calles hacen de la bici un transporte poco atractivo.

Lisboa es una obra

Está claro que esto es puntual, pero llama la atención el importante número de obras que se están llevando a cabo a la vez en Lisboa. Además, pude constatar que no está habiendo coordinación con el sistema de transportes y que el lunes el tráfico era intensísimo en toda la ciudad, así que me atrevería a decir que tampoco se dan alternativas para conductores.

Lisboa no es ciudad para coches

El tráfico en Lisboa es intensísimo. Pero, además, luego no tienes dónde meter el coche. La noche del domingo al lunes, un amigo y yo nos tiramos 2h30m de reloj para conseguir aparcar para, finalmente, dejar el coche en un sitio que creíamos que se podía porque había coches aparcados. Incluso pensamos” a unas malas, tampoco van a multar a 12-14 coches que habrá aquí”. 20€ después descubrimos el craso error al que nos había llevado ese planteamiento.

Gentrificación y turistificación

Cuando te adentrar en la Lisboa menos turística, te llevas sorpresas. Por ejemplo, es muy chulo el barrio que hay entre el centro y Belém, que queda más o menos “debajo de las pilas” del puente 25 de Abril. El problema es que, a la par de ese “empieza a molar”, ha llegado el ansia homogeneizadora que acompaña a la gentrificación, que tiene su máxima expresión en LX Factory (una mezcla entre Matadero en Madrid y Metelkova en Liubliana, pero llena de tiendas, restaurantes, peluquerías de modernos,…).

Fuente: sietelisboas.com
Fuente: sietelisboas.com

Y, por si esto fuera poco, hay un claro proceso de turistificación (entendiendo éste como la transformación de un espacio o un hecho histórico, social o cultural en un producto valioso para mercado de viajes, que llega a vaciarlo de su sentido primigenio para poderlo comercializar) de Alfama, algo que no se ve a simple vista pero que ya advierten las paredes:

Lisboa

Actualización 28-11-16

Añado un vídeo sobre el «Terramotourism» que asola Lisboa.

TERRAMOTOURISM | El documental from Left Hand Rotation on Vimeo.


Además, os recuerdo que podéis uniros a nuestro canal de Telegram para recibir contenidos interesantes tanto del blog como de otros lugares: https://telegram.me/urbanismoytransporte.

El transporte en Oporto y sus alrededores

Este año tuve la suerte de pasar la Semana Santa en Oporto y alrededores con tres buenos amigos. Y pensando a la vuelta en todos los medios de transporte diferentes que utilizamos (y que podíamos haber utilizado), se me ocurrió que estaría bien hacer un repaso de la gran variedad de sistemas de transporte que existen en los lugares que visitamos.

Recorrimos Almeida, los Arribes del Duero, Régua, Vila Real, Oporto, Braga, Guimaraes, el tramo Oporto-Valbom al menos 8 veces y la pila de kilómetros de la vuelta por la A-29 y por la A-25 (aparte del tramo Fuentes de Oñoro-Madrid, ya en España).

Medio 1: Coche compartido

Dentro de usar el coche para viajar, qué menos que repartir las externalidades. Ir en coche implicó el pago de unos cuantos peajes con sus diferentes tipologías y medios de pago: el normal, EASYToll, TOLLSERVICE, Vía-T, TOLLCARD,… Es un jaleo importante del que se podrían escribir monográficos y hasta Tesis Doctorales…

Además, tras una primera noche en Almeida, íbamos a pasar 3 noches en un piso en plena ribera del Duero en Oporto capital. En pleno centro turístico, vaya:

El transporte en Oporto y sus alrededores

Pero por un error en la reserva por parte de la dueña del piso y un favor de una vecina suya, acabamos un pelín lejos…

El transporte en Oporto y sus alrededores

Todo tiene parte buena y parte mala. La buena es que acabamos en una «modesta casita» de 600 metros cuadrados con embarcadero en el Duero. Una casa que, además, se construyó para sí mismo en su día José Carlos Loureiro, quien puede sonaros porque es el arquitecto del Pavilhão dos Desportos de Oporto. Impresionante.

La parte mala era la dependencia del coche, tanto para ir cada día a Oporto (y volver, que era lo que más pereza daba) como para poderlo aparcar, que no fue tarea fácil a pesar del gran número de aparcamientos subterráneos que hay en el centro de la ciudad.

Medio 2: Funiculares

En este viaje cogimos dos funiculares: el Funicular del Santuario do Bom Jesús do Monte, en Braga y el Funicular dos Guindais, que comunica la ribera del río con el barrio de Batalha, en Oporto.

El primero tiene dos méritos: es el primer funicular construido en la Península Ibérica y el 5º en todo el mundo (se puso en servicio el 25 de marzo de 1882) y además es el más antiguo que utiliza un sistema de balance de agua.

El transporte en Oporto y sus alrededores

Lo que el segundo tiene de especial es que: no sigue dos vías salvo en el cruce entre coches, un tramo está construido en túnel y las espectaculares vistas que desde él se pueden disfrutar del Puente Don Luis I.

Medio 3: Teleférico

En un sitio donde lo más bonito es divisar todo desde las alturas, no podía faltar este medio de transporte, así que nos hicimos un descenso en el Teleférico de Vila Nova de Gaia. Yo ya había subido en otra ocasión y, bueno… pues hay debate sobre si es imprescindible o no. Yo creo que no merece la pena a pesar de las vistas porque la mejor se tiene justo antes de entrar en sus instalaciones.

El transporte en Oporto y sus alrededores

Medio 4: Pies

La mejor forma de conocer las ciudades es pasearlas. Y ¡qué mejor forma de hacerlo que en centros peatonalizados como los de Braga y Guimaraes!

(En la foto, Braga)
En la foto, la «zona pedonal» de Braga

Y en el itinerario peatonal de Foz do Douro.

El transporte en Oporto y sus alrededores


Y hasta aquí los medios que cogimos en esta ocasión. Pero, como ya había estado en otra escapada en 2012, aquí van el resto:

Medio 5: Tranvía

Sorprende de Oporto que haya tan pocas líneas de tranvía cuando muchísimas calles de la ciudad tienen vías en la calzada. De hecho, si estoy bien informado, son sólo 3 líneas con un total de 6 trenes. 

El transporte en Oporto y sus alrededores

Eso sí, si os quedáis con ganas de ver más y saber cómo era la ciudad cuando éste era el medio de transporte principal, Oporto cuenta con un museo impresionante para los amantes del tranvía: el Museu do Carro Eléctrico.

Me llamó la atención también que hubiera calles adaptadas para la rodada de buses en la misma plataforma por la que circula el tranvía, con una medida tan simple como asfaltar dos bandas de empedrado. Eso sí, los coches no notan la diferencia porque, al ser más estrechos, sólo se puede aprovechar la banda asfaltada con una de las ruedas. Es una priorización al transporte público, cuando menos, peculiar.

El transporte en Oporto y sus alrededores

Medio 6: Autobús

Yo que no soy muy friki de los autobuses, cuando voy a algún sitio creo que es el medio de transporte en el que menos fijo, pero en este caso me llamó poderosamente la atención un modelo en particular: el Duplex Tour STCP 2956 del fabricante MAN, una autobús de dos plantas con wifi. 

El transporte en Oporto y sus alrededores

Y doy fe de que funciona perfectamente y no como el de GOWEX porque en aquel viaje fue de los pocos lugares en los que tuve una wifi de calidad. Eso sí, en estos 3 años la ciudad parece haber visto como prioritario este tema y en cualquier bar o restaurante, según entras te dan la contraseña para que puedas conectarte. Cosas del turismo y del tontismo 2.0…

Medio 7: Metro

El Metro de Porto me parece, desde que monté por primera vez, un ferrocarril impresionante, además de precioso y comodísimo tanto si miramos las estaciones como si miramos el material móvil.

El transporte en Oporto y sus alrededores

El transporte en Oporto y sus alrededores
El transporte en Oporto y sus alrededores

Y además, dejan entrar con bicis y, como ya hemos comentado por aquí, hay un sistema de símbolos para sustituir los colores que hace la red accesible a daltónicos.

Medio 8: Tren

Oporto cuenta con dos estaciones de tren. Una es Campanhã,  que está muy cerca del Estádio do Dragão. Y la otra es la famosísima São Bento, en pleno corazón de la ciudad.

El transporte en Oporto y sus alrededores

Medio 9: Transporte fluvial

La historia de Oporto viene ligada al río Duero y eso se nota aunque ya no se transporte la uva en barca sino en camión desde los Arribes hasta las bodegas de Vila Nova de Gaia.

Además, no hay transporte público entendido como commuting por el río, pero sí que se pueden hacer agradables viajecillos que permiten ver más de cerca los diferentes puentes que adornan el skyline de la ciudad y la desembocadura del Duero en el Océano Atlántico.

El transporte en Oporto y sus alrededores


Bonus track: Bici

Entre las cuestas y el empedrado típico portugués, Oporto no parece animar a los habitantes a moverse en bici. Sí que se veían ciclistas en plan recreativo por la ribera, por Foz do Douro y en cada una de las carreteras convencionales que recorrimos. Pero no como movilidad, sino como ocio.

Y, como no… para lo que sí que se usa la bici es para decorar comercios, que eso siempre gusta.

El transporte en Oporto y sus alrededores

Eso sí, los aparcabicis, además de ser pocos, destacan por su escaso uso.

El transporte en Oporto y sus alrededores


Espero que os haya resultado interesante este repaso.