El coche privado no sólo no es la única alternativa, sino que además, en muchas ocasiones no es la mejor.
Un nuevo modelo de movilidad en la ciudad pasa por cambiar la concepción tradicional del uso del coche, por provocar un cambio modal en los ciudadanos que contemple todo tipo de alternativas, y por demostrar que es posible moverse de otra forma. El reto #DesAUTOxícate, impulsado por la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) pondrá a prueba a los participantes, que deberán prescindir de su coche durante un mes y utilizar todo tipo de alternativas.
“Me volvería loca, necesitamos el coche para todo”, “me cogería vacaciones”, “se lo pediría a alguien”. Estas fueron algunas de las respuestas recabadas de una videoentrevista realizada en Madrid por la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), con motivo del lanzamiento del proyecto “DesAUTOxícate. Hacia modos de movilidad más sostenibles”, al preguntar a los ciudadanos qué harían un mes sin coche.
Quizás puedan sorprender las respuestas, pero ¿qué hubieras respondido tú?
Prescindir del coche privado obligaría a buscar alternativas. Por eso mismo a continuación se les preguntó cuáles utilizarían. Se escucharon respuestas como la bicicleta, el transporte público en general, algunos modos de transporte público en particular o el taxi. Pero nadie indicó entre las opciones la movilidad peatonal, a pesar de ser una alternativa aparentemente evidente y saludable, ni otros modos de movilidad como el coche de uso compartido (carsharing, car2go) o el viaje compartido (carpooling).
La experiencia únicamente entrevistó a una pequeña muestra de la población pero permitió hacer algunas lecturas de sus respuestas. Por ejemplo, muchos ciudadanos desconocen las alternativas de movilidad que existen, cómo funcionan y las ventajas que ofrecen frente al uso del coche privado. Además, las bondades del uso del coche están, por lo general, sobrevaloradas en nuestra sociedad. Podría criticarse que esto es sólo una cuestión de opinión, y podría tener parte de razón. Lo que sin duda es un hecho fuera de toda discusión es la pérdida de calidad de vida que se produce en las grandes ciudades debido, entre otros factores, al tráfico motorizado. Una pérdida de calidad de vida que se traduce en efectos sobre la calidad ambiental (atmosférica, ruido, etc.), el cambio climático, y la salud de las personas. No es sostenible y los grandes municipios, impulsados por el cumplimiento de la Directiva 2008/50/CE (relativa a la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa), las demandas ciudadanas y sus propios compromisos políticos, están adoptando cada vez más medidas.
Algunas de ellas consisten en desincentivar el uso del coche privado, por ejemplo, mediante la revisión del sistema de regulación del estacionamiento (tarifas que penalizan por nivel de ocupación y tipo de vehículo, como Madrid), el establecimiento de peajes urbanos (como el caso de Londres), la reducción del espacio para el coche (peatonalización) o la limitación de accesos a determinadas calles y barrios de la ciudad (áreas de prioridad residencial o modelos de supermanzanas). Otras medidas pasan por incentivar otros modos de movilidad más eficientes y sostenibles como el transporte público (carriles exclusivos, mejora de las redes, renovación de las flotas, regulación semafórica preferente), los desplazamientos peatonales o la bicicleta (sistema públicos, red de anclajes y aparcabicis, avanzabicis, ciclocarriles, carriles bici, prioridad semafórica, etc.) o por apoyar alternativas como el carsharing, que optimizan el uso del coche al realizarse un uso compartido del mismo.
Es posible que nos encontremos ante un gran momento de oportunidad. La configuración de nuevos equipos de gobierno hace vislumbrar nuevos avances en este sentido y la posibilidad de que, aprovechando lo positivo del camino emprendido por anteriores equipos, podamos hablar a corto y medio plazo de un nuevo modelo de movilidad en nuestras ciudades. Pero al concebir el proyecto “DesAUTOxícate” se tuvo constancia de que es necesario visibilizar lo que se está haciendo (y lo que se ha hecho) y trasladar al ciudadano la finalidad de las medidas puestas en marcha, porque la garantía de su eficacia reside precisamente en esta cuestión. Conocer para comprender, es así de sencillo, aunque no lo sea tanto su puesta en práctica. Por ejemplo, la ciudad de Vitoria-Gasteiz modificó su red de autobuses a favor de una red ortogonal basada en el modelo de supermanzanas y en la recuperación del espacio público. Dicho cambio redujo el número de líneas operativas pero sin embargo optimizó las frecuencias de paso y la satisfacción de los ciudadanos al acompañarse de un proceso participativo y de comunicación que facilitó el éxito de la medida. Sin embargo la puesta en práctica de otras medidas, con fines y objetivos positivos, pero que han podido incrementar su coste, como los cambios en el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) en la ciudad de Madrid, han sido interpretados por la población como una medida únicamente de carácter recaudatorio.
El reto #DesAUTOxícate
“DesAUTOxícate” mostrará de primera mano cómo los participantes hacen frente a su demanda de movilidad (obligada y de ocio) sin su coche privado, los diferentes modos de movilidad que existen, las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías al servicio de la movilidad sostenible y las dificultades con las que se encuentran en este camino, que durará un mes. Para ello contarán con una serie de facilidades y de ventajas exclusivas asociadas al uso del transporte público, la bicicleta pública o vehículos de carsharing y recibirán formación en aspectos como conducción eficiente o conducción segura en bicicleta. Además visitarán centros exclusivos de control de diferentes tipos de transporte público, podrán conocer de primera mano vehículos más eficientes y utilizarán aplicaciones móviles que les permitan optimizar sus desplazamientos. Los concursantes entrarán de lleno en el concepto de movilidad sostenible y su experiencia será contada por ellos mismos a lo largo del reto, observando el cambio de actitud en primera persona.
El reto se desarrollará en el mes de junio en Madrid, bajo el marco de un proyecto más amplio que presentará sus conclusiones en una serie de jornadas en diferentes puntos de la geografía nacional y generará fichas divulgativas, materiales audiovisuales y artículos que acerquen la experiencia a los ciudadanos, conscientes de que ahí reside la clave del éxito de esta acción.
El objetivo general del reto y del proyecto en su conjunto es provocar un cambio modal que contribuya a la lucha contra el cambio climático, la contaminación y la mejora de la calidad de vida en las ciudades. El proyecto se desarrolla con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y de Bluemove.
Más información e inscripciones: http://www.iurbana.es/index.php/desautoxicate
La colaboración de hoy la ha redactado José Luis López (@jlopezfernandez), coordinador de proyectos de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), una asociación compuesta por estudiantes, científicos, técnicos y en general por profesionales provenientes de diferentes disciplinas, preocupados y ocupados en el estudio y la resolución de los problemas ambientales, bajo diferentes enfoques y con vocación interdisciplinar.