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Recopilación de noticias de julio de 2015

Vamos con el último recopilatorio de noticias antes de cumplir mañana un año. Para el próximo año estoy dividido porque, por un lado, los artículos de recopilación son los que peor funcionan de cara al público, pero por otro lado, gracias a esta sección permanezco alerta de todo lo que acontece en mi ámbito laboral, lo refresco una vez al mes y además lo tengo almacenado en un lugar donde me resulta fácil consultarlo cuando me surge una situación en que lo necesito. Así que, no sé si continuaré o no con la sección. La respuesta la tendréis el primer jueves de septiembre.

Allá van las noticias:

1. Oviedo quiere ponerse las pilas en movilidad [enlace].

2. BiciMAD de mis amores [enlace].

3. How To Reduce the Carbon Emissions Impact of Travel [enlace]. No es una noticia como tal, pero merece la pena echarle un ojo a esta compilación de información.

4. Seis razones por las que las bicicletas benefician al comercio [enlace].

5. Francia: circulación a contrasentido en el nuevo código de circulación [enlace].

6. Why and How Cities Must Take Pedestrians More Seriously [enlace].

7. Las líneas del deseo nos ayudan a diseñar ciudades más humanas [enlace]. Lo mejor que he leído este mes sobre urbanismo y eso que no es un blog especializado.

8. Aviso a navegantes: el relato dominante de la Smart City hace aguas (y habrá que cambiarlo) [enlace].

9. ‘Bike Autobahns’ Could Be Coming to Munich [enlace]. Otra versión: Munich’s got its eye on a huge highway system for cyclists [enlace].

10. Abono joven a 20 euros, ¿medida positiva? [enlace].

11. Cheaper to commute from Madrid each day than rent in Camden Town [enlace]. Me parece inexplicable que esta situación no estalle por algún lado sino que aumente el precio de la vivienda de forma tan sostenida. Y sin que parezca que puede haber un techo.

12. El Ayuntamiento de Madrid aplicará medidas de restricción al coche por contaminación [enlace].

13. APR de Ópera: un centro con menos automóviles [enlace].

14. La EMT avanza en la autonomía de los viajeros en silla de ruedas [enlace].


¡Recordad que mañana UyT cumple un año y haremos público el resultado del sorteo de libros!

El transporte en Eslovenia

A Eslovenia llegamos el 13 de junio. El trayecto, completamente intermodal, fue el siguiente: desde la casa de nuestros amigos en Ingolstadt hasta la estación de tren en coche, desde Ingolstadt Hbf hasta München Hbf en tren, desde München Hbf hasta una gasolinera en mitad de una autovía en Radovljica en DRT y, finalmente, desde la gasolinera hasta Brezje (nuestra primera parada eslovena) en coche.


La sensación en el tren Ingolstadt-Múnich fue bastante agobiante porque perder un móvil que tiene una semana y que te ha regalado tu pareja no es el mejor de los acontecimientos posibles. Resulta que, a pesar del aumento espectacular de demanda durante el fin de semana, la DB Bahn no ajusta su oferta y tampoco limita el acceso a los trenes, lo que produce situaciones, como poco, incómodas [esto ya lo había comentado aquí]. Por suerte, el móvil resulto estar en el coche de nuestra amiga y pudo enviármelo.

El transporte en Eslovenia
Las fotos no reflejan el agobio, el calor, ni tampoco la ridícula situación de que yendo así el tren no dejasen de pasar empleados con carritos vendiendo comida y bebida.

Como en Eslovenia vimos un montón de cosas, en lugar de plantear este artículo como los anteriores, voy a poner algunas pinceladas de los lugares más destacados de nuestra visita y a incluir algunas cosas que me resultaron curiosas. Eso sí, si queréis saber más, podéis escribirme [aquí] e intentaré responder lo mejor posible a vuestras consultas sobre el transporte en Eslovenia.

Los principales medios de transporte interurbano en Eslovenia

Eslovenia cuenta con una red de carreteras bastante moderna y de una calidad excelente, que conecta todo el país. Por eso, a pesar de que existen servicios de autobús y tren nacionales e internacionales supuestamente muy puntuales (aunque no lo pude corroborar porque no los utilicé), la mayor parte de los desplazamientos por el país se realizan el coche particular.

Algo muy curioso de los trenes eslovenos es que se pude viajar con tu bicicleta e incluso, en el tramo Bohinjska Bistrica – Most na Soči ¡montado en tu propio coche!

Coches montados sobre el tren Bohinjska Bistrica – Most na Soči. Fuente: http://www.panoramio.com/photo/20905407
Coches montados sobre el tren Bohinjska Bistrica – Most na Soči. Fuente: http://www.panoramio.com/photo/20905407

La estación más importante, tanto de tren como de autobús de Eslovenia, es la de Liubliana, así que luego hablaré de ella.

Bled y alrededores

Bled es uno de los lugares míticos de Eslovenia (de hecho, si buscas en Google “Eslovenia”, las primeras imágenes son de su lago y no me extraña porque es impresionante). Además de los alrededores del lago, fuimos a recorrer una garganta en el Parque Nacional del Triglav y al cumpleaños de un amigo de mis amigos al lado de Jesenice.

El transporte en Eslovenia
Arriba: a la izquierda, un burek (la «comida rápida» típica de Eslovenia); a la derecha, el lago de Bled. Abajo: diferentes imágenes de la garganta del Parque Nacional del Triglav y Jesenice.

Sin embargo, aunque el lago de Bled sea el más famoso de Eslovenia, no es el más grande. Ése es el lago Bohinj. Como no lo vimos, tenemos pendiente otra visita al país, pero esperemos que con más tiempo.

La costa eslovena (e italiana)

Eslovenia tiene una costa muy pequeña que se encuentra en el golfo de Trieste y que conforma la península de Istria. Es una zona bastante peculiar, donde hay bastante mezcla de italianos y eslovenos. De hecho, el día que visitamos esta costa fuimos a Trieste (en Italia. Un lugar muy recomendable donde se puede admirar una arquitectura típicamente austrohúngara al lado del mar) y Koper/Capodistria y Piran (en Eslovenia). Nos faltó sólo por visitar Izola pero, por lo visto, es un pueblo puramente destinado al turismo playero.

Lo más curioso del transporte de Trieste es el tranvía que une la localidad con Opicina/Opčine y que tiene una pendiente brutal. Tanto, que en algunos tramos necesita que la tracción se la suministre un curioso sistema con un “carro empujador” que en realidad es un funicular.

En Trieste vimos también la segunda área de circulación a 10 Km/h y una terraza bastante peculiar.

El transporte en Eslovenia
A la izquierda, una zona peatonal en la que pueden entrar vehículos circulando a 10 Km/h. A la derecha, una terraza en el Canal Grande de Trieste.

En Koper lo primero que vimos fue una turborrotonda. Por lo visto, no es la única que hay en el país, pero aún no había visto ninguna en directo y me pareció muy peculiar, tanto por la distribución de los carriles de la calzada anular como por la señalización. Eso sí, para cruzarla como peatón, te lleva lejísimos en 2 de los 4 ramales.

El transporte en Eslovenia
Turborrotonda en Koper/Capodistria

Koper es además el puerto más grande de Eslovenia. Aunque sólo hay tres y éste es el único de mercancías, así que es un puesto ganado sin demasiado esfuerzo. Los otros dos puertos, que en realidad son marinas, son Piran  e Izola.

En Piran se dan dos situaciones peculiares en cuanto a la movilidad. La primera es que no se permite el acceso a la ciudad en coche (salvo que seas del municipio), por lo que hay que dejarlo en un aparcamiento enorme antes de entrar y se puede llegar al centro a pie o en un autobús gratuito gestionado por el ayuntamiento. La segunda es que, a pesar de su diminuto tamaño y de sus cuestas y escaleras, tiene servicio de préstamo de bicicleta pública. Lo que me pregunto es quién lo usará si puedes recorrer el pueblo andando en menos de 10 minutos.

A la izquierda, la señal que te obliga a ir al aparcamiento disuasorio. A la derecha: arriba, el autobús gratuito, con una frecuencia de unos 5 minutos; abajo, la plaza principal de Piran. De fondo, se ve la estación del ayuntamiento del servicio de préstamo de bicicleta pública.
A la izquierda, la señal que te obliga a ir al aparcamiento disuasorio. A la derecha: arriba, el autobús gratuito, con una frecuencia de unos 5 minutos; abajo, la plaza principal de Piran. De fondo, se ve la estación del ayuntamiento del servicio de préstamo de bicicleta pública.

Novo Mesto

De camino a Zagreb, paramos en Novo Mesto. Yo pensaba que sería un sitio bonito y, la verdad que, quitando la ribera del río, no tiene nada especialmente bonito. Eso sí, tienen algo peculiar. En lugar de aceras, hay carriles peatonales en la calzada. Y obligaban a los ciclistas, como es lógico, a ir por la calzada (es lo único que hay en casi todo el pueblo, así que tendría poco sentido subirse en las pocas y estrecha aceras que hay…) con un mensaje que dice “kolesarji na vozišču” y significa “ciclistas por la calzada”.

El transporte en Eslovenia
A la izquierda, el carril peatón. En el centro, la ribera del río Krka (subafluente del río Sava, a su vez afluente del Danubio). A la derecha, el cartel que obliga a los ciclistas a ir por la calzada.

Liubliana

Liubliana fue nuestra base de operaciones en Eslovenia. Más concretamente, un hotel que estaba a las afueras de la ciudad pero que tenía la particularidad de que, además del hotel (que estaba bastante bien pero era tirando a caro, quizá por la coincidencia con un Eslovenia-Inglaterra de fútbol esos días), en el edificio había gimnasio/polideportivo, una tienda de productos deportivos, un local de estos para hacerse la manicura y un albergue juvenil.

En el castillo de Liubliana, con Changa y Monika.
En el castillo de Liubliana, con Changa y Monika.

Su ubicación nos permitió (u «obligó a») probar los autobuses ljubljanaises de la empresa LPP. A destacar: 1) sólo se pueden coger con las tarjetas prepago pero hay que tenerla previamente porque no hay billetes ocasionales. En nuestro caso, nos la dejó Monika, pero también se podían coger en el hotel. Estas tarjetas se pueden recargar en gasolineras, quioscos, estancos, etc; 2) El viaje sencillo cuesta 1,20 €, pero desde la validación en la máquina del autobús, tienes hora y media para subirte a todos los autobuses que quieras. Además, el autobús que cogimos cumplió al 100% el horario que consultamos en la app de LPP. 3) La mayoría de las paradas tienen pantallas electrónicas que avisan del tiempo que tardan en llegar las diferentes líneas; 4) Las matrículas de los autobuses llevan el nombre de la empresa y el número de autobús.

Si os fijáis, se ve que en las matrículas pone LJ (Liubliana), el escudo de la ciudad, LPP (el nombre de la empresa de transporte) y el número del coche que presta el servicio.
Si os fijáis, se ve que en las matrículas pone LJ (Liubliana), el escudo de la ciudad, LPP (el nombre de la empresa de transporte) y el número del coche que presta el servicio.

Eso para movernos desde la periferia hasta el centro. Para moverse por el centro las mejores formas son caminar por las muchas calles y plazas peatonales, pedalear (impresionante, la cantidad de bicis que había, tanto privadas como del sistema de préstamo de bici pública. Casi más que personas) o, si se es mayor o se tiene algún problema de salud, en los “Kavalir” eléctricos y gratuitos que ofrece el ayuntamiento de la ciudad.

Arriba: a la izquierda, el "Kavalir" eléctrico para ancianos y PMR; a la derecha, una peatonalización con "obra blanda". Abajo: a la izquierda, una escena cotidiana en la que la bici resulta protagonista; en el centro, una estación del servicio de préstamo de bicicleta pública; a la derecha, una de las principales calles de la ciudad, Slovenska Cesta, peatonalizada recientemente.
Arriba: a la izquierda, el «Kavalir» eléctrico para ancianos y PMR; a la derecha, una peatonalización con «obra blanda». Abajo: a la izquierda, una escena cotidiana en la que la bici resulta protagonista; en el centro, una estación del servicio de préstamo de bicicleta pública; a la derecha, una de las principales calles de la ciudad, Slovenska Cesta, peatonalizada recientemente.

Una muy buena idea es que en algunos carriles bici, se dejó una reserva de espacio para evitar los choques si un conductor abre la puerta de su coche. Una muy buena idea.

Carril bici con reserva de espacio para evitar accidentes ante la apertura de puertas.
Carril bici con reserva de espacio para evitar accidentes ante la apertura de puertas.

Para subir al castillo de Liubliana hay dos opciones, subir andando y con unas vistas bastante bonitas o pagar 4€ y subir en funicular. Como somos jóvenes (y subir los 4 nos iba a salir a 16€ para un trayecto de menos de 30 segundos), optamos por la segunda opción.

Funicular del castillo de Liubliana. Como se ve, tiene la estación superior tiene en su cubierta un pequeño jardín.
Funicular del castillo de Liubliana. Como se ve, tiene la estación superior tiene en su cubierta un pequeño jardín.

El último día del viaje (17 de junio), en el tiempo que esperamos el DRT que nos llevaría de vuelta a Múnich, visitamos las estaciones de tren y autobús (en realidad, están juntas).

Arriba, la estación de tren. El material rodante esloveno está bastante mal conservado. Abajo, la estación de autobuses. Además, la dársena 25 está dedicada al DRT de la empresa GoOpti.
Arriba, la estación de tren. El material rodante esloveno tiene un aspecto lamentable porque está lleno de graffitis. Abajo, la estación de autobuses. En esta estación, la dársena 25 está dedicada al DRT de la empresa GoOpti.

Y con esto casi hemos terminado la serie especial de artículos sobre nuestro viaje por Centroeuropa. El jueves que viene, como colofón, tocará hablar de Zagreb (en Croacia).

El Bayern-Ticket. Experiencia en primera persona

El Bayern-Ticket es un tipo de billete especial para moverse en tren por Baviera, o incluso a algunos puntos fronterizos de Austria como Salzburgo, a lo largo de un día con bastante descuento (y no es baladí, porque moverse en tren en Alemania no es precisamente barato). Este billete puede utilizarse durante los días laborables entre las 9:00 am y las 3:00 am del día siguiente; los fines de semanas no hay restricción en la hora de inicio del billete, por lo que se puede utilizar entre las 0:00 am y as 3:00 am del día siguiente. No me quedó nada clara la consideración de los festivos, pero diría que deberían ser tenidos en cuenta como los fines de semana (eso sí, en la web de DB Bahn no se dice nada e in situ tampoco lo pude comprobar). Eso sí, se puede utilizar el ticket tantas veces como se desee durante el periodo de validez, con traslados de ida y vuelta, las redes S-Bahn y U-Bahn de las principales ciudades bávaras, los autobuses urbanos, etc.

El precio de del Bayern-Ticket depende del número de viajeros, de la clase en la que se viaje y del horario (diurno/ nocturno):

Bayern-Ticket normal, que corresponde al billete con el que viajar en 2ª clase (es decir, no valen los trenes marcados como ICE, que son los de Alta Velocidad): el primer viajero paga 23 euros y los viajeros adicionales 5 euros cada uno. Es decir: 1 persona: 23 euros; 2 personas: 28 euros; 3 personas: 33 euros; 4 personas: 38 euros; 5 personas: 43 euros. Este billete es el que utilizamos porque el de primera clase era desmesuradamente más caro para tardar lo mismo y teniendo en cuenta que los trenes son bastante cómodos*.

Bayern-Ticket
Bayern-Ticket

El resto de billetes:

Bayern-Ticket 1.ª clase. El primer viajero paga 34,50 euros, los viajeros adicionales 16,50 euros cada uno.
Bayern-Ticket Nacht (billete nocturno).  El primer viajero paga 23 euros, los viajeros adicionales 2 euros cada uno.
Bayern-Ticket Nacht (billete nocturno) 1ª clase. El primer viajero paga 34,50 euros, los viajeros adicionales 13,50 euros cada uno.

Los Bayern-Ticket Nacht tiene unas condiciones de horario algo especiales:  son válidos de domingo a jueves desde las 18:00 h hasta las 6:00 h del día siguiente. En las noches del viernes al sábado, del sábado al domingo y en los festivos (esto es lo que me anima a pensar en que el tratamiento de los festivos sea el mismo que el de los fines de semana…) incluso hasta las 7:00 h.

¿Es necesario que todos los viajeros hagan el mismo trayecto?

Con todos los Bayern-Tickets es posible que alguno de los compañeros de viaje suba al tren en alguna estación diferente, siempre y cuando el número de viajeros haya sido previamente determinado al comprar el billete y se haya rellenado éste con su nombre antes de subir al tren, ya que no está permitido el cambio de pasajeros una vez iniciado el viaje.

Lo que sí que es necesario es que todos los viajeros realicen el viaje a la vez, de modo que el viajero con el trayecto más largo es el responsable de ello.

Viajar con bici, niños o perros usando el Bayern-Ticket

Si queremos viajar con una bicicleta por toda Baviera, hay que sacar un billete adicional, el “Fahrrad-Tageskarte Bayern” que cuesta 4,50 € y tiene unas reglas algo peculiares: las bicis no pueden ser transportadas de lunes a viernes de 6h a 9h ni de 16h-18h. Además, si el tren en el que se viaja hay un porta-bicicletas (suelen estar en el primer o último coche), es obligatorio atarlas con los cinturones, por lo que sólo se puede viajar en los  coches que están preparados para la bici. Y las estaciones también están preparadas para la bici:

Escalera del paso superior en la estación de Ingolstadt Hbf, adaptada para bicis
Escalera del paso superior en la estación de Ingolstadt Hbf, adaptada para bicis
Aparcamiento de bicis en la estación de München Hbf: a cubierto, vigilado e iluminado
Aparcamiento de bicis en la estación de München Hbf: a cubierto, vigilado e iluminado

Como curiosidad, decir que no es el único coche “especial”, que también hay otro para ir con niños:

Coche para niños en un tren de DB Bahn
Coche para niños en un tren de DB Bahn

Y aprovecho este punto para comentar que el Bayern-Ticket permite que hasta 2 adultos pueden viajar con un número ilimitado de hijos o nietos menores de 15 años. Los niños menores de 6 años viajan de forma gratuita sin billete y no se tienen en cuenta a la hora de calcular el número de viajeros.

Quienes no tienen un coche especial pero sí deben pagar billete son los perros, que son considerados como adultos a la hora de determinar el número de pasajeros.

¿Dónde puede adquirirse el Bayern-Ticket?

El billete se puede adquirir en las máquinas automáticas de la DB en las estaciones de tren y metro y también a través de internet. Lo más curioso de todo es que no hay gastos de gestión por comprar el billete, perote ofrecen la posibilidad de pagar 2 euros adicionales para recibir asesoramiento personal para sacar el billete.

Importante: una vez adquirido el billete, hay que escribir a bolígrafo el nombre y apellido de los viajeros en el propio billete (es importante, porque lo controlan los revisores). Supuestamente es para evitar que al finalizar un viaje alguien pueda regale o revenda el billete a otros viajeros. Lo que sí que pasa, por lo visto, es que hay gente que antes de coger el billete va preguntando por la estación para hacer un grupo y sacar el Bayern-Ticket con otra gente para ahorrarse unos eurillos y también hay alguna aplicación móvil de tipo “consumo colaborativo” para ello.

¿Dónde es válido el Bayern-Ticket?

El Bayern-Ticket es válido en todos los trenes de cercanías  (esto excluye los trenes con denominación ICE), todos los medios de transporte del consorcio de transportes (tren suburbano, metro, tranvía y autobús de las ciudades, lo cual viene genial como turista ya que incluye las redes U-Bahn y S-Bahn en Múnich y Núremberg y también en múltiples autobuses públicos en toda la región, como los que trasladan a los viajeros entre el pueblo de Füssen y el castillo de Neuschwanstein) y en casi todos los autobuses de línea de Baviera.

¿Qué tal funcionan los trenes bávaros?

La red de ferrocarriles bávaros es una auténtica pasada, tanto por lo mallada que es, permitiendo llegar casi a cualquier lugar (al menos de los turísticos), como por la calidad de la infraestructura, que llama muchísimo la atención:

Plataforma ferroviaria en Ingolstadt Hbf. Esto sí que es preparación frente a la lluvia.
Plataforma ferroviaria en Ingolstadt Hbf. Esto sí que es preparación frente a la lluvia.

Y también por el rigurosísimo cumplimiento del horario (al menos en los 6 trenes que cogimos esos días).

* Eso sí, todo en esta vida tiene alguna pega y en este caso es la adaptación de la oferta de transporte a la demanda real. Por ejemplo, cuando íbamos de Alemania a Eslovenia teníamos que hacer un viaje multietapa: Ingolstadt-München en tren y después München-Radovljica en DRT. Total, que tuvimos que coger el tren en Ingolstadt a las 10:00h y nos tocó ir algo más de una hora en un tren llenísimo (íbamos de pie en el pasillo, con las maletas y todo) y con la buenísima suerte de coincidir con un grupo de jovenzuelos alemanes borrachos ya a esas horas que no paraban de pasar por el pasillo una y otra vez para ir al baño del tren. Una odisea, agravada porque justo antes de coger el tren había perdido el móvil. Aunque, por suerte, resultó que estaba en el coche de una amiga y ahora anda de camino a mis manos de nuevo.

En próximas entregas, iré hablando de otras aventuras por las redes de transporte centroeuropeas.